En los últimos 25 años se ha realizado un enorme progreso en proporcionar agua potable a las personas, que desde 2010, más de 6 billones de la población mundial tienen acceso a fuentes mejoradas de agua potable, frente a los 4 billones de 1990. Asimismo, la cobertura de saneamiento también ha aumentado en países en vía de desarrollo, del 36% de la población en 1990 al 56% en 2010. A pesar del esfuerzo encomiable, más de 1.1 billones de individuos aún carecen de acceso al agua limpia y segura, y más de 2.6 billones de personas no tienen acceso a sanitarios y otras instalaciones de saneamiento adecuadas. Esta falta de acceso es una causa primaria de contaminación de agua y de enfermedades transmitidas por ésta. Desde el punto de vista urbano, y especialmente en países en vías de desarrollo, los desafíos relacionados con agua y saneamiento aumentarán en el futuro debido a una creciente población urbana que necesita compartir recursos que ya son insuficientes y mal gestionados. Los sistemas urbanos de distribución de agua y saneamiento son frecuentemente abandonados e incapaces de enfrentar el crecimiento demográfico y deja muchas personas de pocos recursos excluidas de estos servicios. Paradójicamente, los habitantes urbanos de bajos ingresos tienen que pagar altos precios por el agua, a veces hasta 50 veces el precio pagado por los grupos de mayores ingresos.
Acceso al Agua Potable para Todos
Pese al hecho de que hay suficiente agua dulce limpia en el mundo para suplir las necesidades personales y domésticas esenciales de todos, estos recursos son distribuidos desigualmente. Hoy en día, el 11% de la población del mundo carece de acceso a agua potable para el consumo. Esta cifra se eleva a más del 40% en el África subsahariana. Además, en áreas densamente pobladas, la ausencia de instalaciones sanitarias adecuadas conduce casi inevitablemente a la polución masiva y la contaminación de los recursos hídricos disponibles, por ejemplo a través de la disposición inapropiada de residuos fecales. El agua contaminada plantea serias amenazas y riesgos a la salud, con impactos tangibles en actividades educativas y económicas debido a discapacidades, especialmente entre los grupos de población más vulnerables, como personas de bajos ingresos.
Infraestructura Sólida para un Mejor Desarrollo
Mejorar la situación del agua y saneamiento en un entorno urbano no es una tarea fácil, ya que la infraestructura requerida, sea nueva o mejorada, necesita ser acomodada por estructuras ya existentes como carreteras o edificios, pero también debe ser capaz de sostener futura expansión y desarrollo urbano. La naturaleza de estos proyectos, como trabajos de construcción perjudiciales y costosos, plantea un reto importante a estos esfuerzos de desarrollo. Esto requiere de leyes sólidas, directrices y códigos de edificación, que sólo pueden ser instituidos y supervisados por gobiernos nacionales y locales. Ellos son los actores claves en la creación de las condiciones de un desarrollo sólido en los sectores de agua y saneamiento. Las autoridades no sólo tienen que respaldar las funciones de los responsables y los donantes, sino que también deben funcionar como reguladores de la prestación de servicios para garantizar acceso universal, normas de calidad y precios justos. Esto se hace aún más relevante en los lugares donde los servicios de agua y saneamiento se externalizan al sector privado.
Programas de Agua y Saneamiento de ONU-Habitat
Apoyado por estas ideas, ONU-Habitat estableció como prioridad programas de agua y saneamiento, ahora bajo la responsabilidad de su subdivisión de servicios urbanos básicos, para ayudar estados miembros de la ONU a alcanzar las metas en agua y saneamiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (CMDS); con el objetivo de “reducir, al 2015, a la mitad la proporción de la población sin acceso sostenible al agua potable y saneamiento”. A través de estos programas, ONU-Habitat ofrece apoyo político, técnico y financiero a gobiernos y autoridades locales para alcanzar estos objetivos acordados internacionalmente. El enfoque está en habitantes urbanos de bajos recursos con el fin de facilitar equitativamente el desarrollo social, económico y ambiental.
Objetivos e Iniciativas de Programas de Agua y Saneamiento de ONU-Habitat
- Elevar la conciencia sobre los problemas de agua y saneamiento, así como fomentar la aplicación de los documentos guía, normas, estándares y herramientas por parte del sector de agua y saneamiento, y socios de ONU-Habitat.
- Formar alianzas estratégicas entre los principales actores en agua y saneamiento, como las Naciones Unidas, bancos de desarrollo, contribuyentes, centros urbanos, servicios públicos, organizaciones no gubernamentales y las comunidades para promover el aumento de los niveles de inversión en programas de ONU-Habitat.
- Entrenar a los principales actores del sector de agua y saneamiento para que puedan desarrollar, proveer y gestionar servicios mejorados de agua y saneamiento.
- Estimular a las instituciones de agua y saneamiento en los países participantes para replicar iniciativas locales como consecuencia del aumento de los flujos de inversión y con la participación de las comunidades locales.
- Trabajar con las instituciones de agua y saneamiento en los países participantes para desarrollar una capacidad mejorada en el monitoreo del progreso hacia los objetivos acordados internacionalmente, basados en sistemas de información y marcos de supervisión mejorados.
- Incluir la dimensión de los asentamientos humanos en los Informes sobre Desarrollo Mundial del Agua. Publicar sobre agua y saneamiento en informes globales sobre ciudades, así como asegurar que los marcos de gobernanza, favorezcan a personas de bajos recursos, tengan enfoque de género, estén disponibles y en uso.
Metas de Agua y Saneamiento establecidas por la ONU
En el 2000, los estados miembros de la Asamblea General de la ONU se comprometieron con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Este compromiso incluye el objetivo de reducir el número de personas sin acceso al agua potable en un 50% en 2015. Durante la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (CMDS) en Johannesburgo en 2002, los gobiernos participantes renovaron sus compromisos con este objetivo, incluso ampliando la meta para también incluir el saneamiento básico. Adicionalmente, en 2002, para abordar los problemas actuales de agua y saneamiento, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR, del inglés “Committee on Economic, Social and Cultural Rights”), órgano del Concejo de Derechos Humanos de la ONU, redactó la Observación General N° 15, una política sobre agua y saneamiento que manifiesta el acceso al agua potable y saneamiento como un derecho humano universal. Aunque no es jurídicamente vinculante, la Observación General N° 15 declara que el agua debe ser suficiente, siempre disponible y segura de usar, para uso personal y doméstico. Asimismo, los servicios de agua y saneamiento deben ser accesibles en las inmediaciones y asequible a todos sin discriminación alguna. Directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la calidad del agua potable, que proporcionan orientación sobre buenas prácticas para garantizar que el agua potable es adecuada para la salud humana, pueden encontrarse en el sitio web de Agua, Saneamiento y Salud de la OMS. Cada persona necesita un mínimo de 20 litros de agua al día para satisfacer las necesidades básicas mínimas, aunque esta cantidad puede todavía dar lugar a problemas de salud. Por lo tanto, gobiernos y autoridades deben tener como objetivo garantizar al menos de 50 a 100 litros de agua por persona al día.
Fondo Fiduciario de Agua y Saneamiento de ONU-Habitat
En 2003, para apoyar sus iniciativas de agua y saneamiento, ONU-Habitat estableció el Fondo Fiduciario de Agua y Saneamiento (WSTF, del inglés “Water and Sanitation Trust Fund”), que apoya proyectos de agua y saneamiento en 27 países (al 2012) con la participación de una amplia gama de asociados, incluyendo familias, comunidades, gobiernos y organizaciones con ideas afines. El WSTF es un fondo consolidado que facilita el acceso al financiamiento de inversión y ofrece una oportunidad a los donantes para mejorar su ayuda económica. El enfoque principal del fondo y los programas relacionados es mejorar el suministro actual de agua y saneamiento en África y Asia a través de dos programas regionales, Agua para Ciudades Africanas y Agua para Ciudades Asiáticas. Estas iniciativas promueven el diálogo sobre políticas, el intercambio de información, educación sobre el agua, y la sensibilización. También incluyen el monitoreo del progreso al cumplimiento de las metas de agua y saneamiento de los ODM, así como la promoción de las mejores prácticas e iniciativas pasibles de réplica, como la Iniciativa para el Agua y Saneamiento en la región del Lago Victoria y la Iniciativa para el Agua y Saneamiento de la región del Mekong. Además del Fondo Fiduciario, ONU-Habitat también apoya los sistemas de rehabilitación de agua y saneamiento durante emergencias humanitarias.
Asociaciones de Operadores de Agua y Saneamiento (GWOPA)
ONU-Habitat alberga la secretaría de Alianza Mundial de Asociaciones Operadores de Agua (GWOPA, del inglés “Global Water Operators Partnerships Alliance”). Desde su fundación, en 2007, la Alianza promueve y permite efectivas asociaciones de operadores de agua (WOPs, del inglés “Water Operators Partnerships”) buscando el desarrollo de sus similares municipales y el aumento de apoyo entre operadores de agua y saneamiento del mundo. Lea el documento de estrategia GWOPA 2013-2017 (en inglés)