Las amenazas naturales se convierten en desastres cuando impactan a las personas y los bienes económicos que están expuestos a sus fuerzas destructivas. En ningún lugar es este evento más significativo que en las ciudades, los pueblos y las aldeas del mundo. Factores como el uso inadecuado del suelo, la existencia de edificios e infraestructuras de pésimo diseño y construcción, y el aumento de la degradación ambiental ponen a los asentamientos humanos en riesgo. En los últimos años, el mundo ha sido testigo de una numerosa serie de catástrofes que resultaron en la pérdida dramática de vidas humanas, la destrucción de hogares, propiedades, infraestructuras y servicios, y el desplazamiento de comunidades enteras. A finales de 2011, más de 42 millones de personas en el mundo fueron desplazadas debido a conflictos y persecuciones. Aunque muchas de estas permanecieron desplazadas años después, todas necesitaron algún tipo de apoyo en vivienda. Además, en 2011, 336 catástrofes naturales terminaron afectando a 209 millones de personas creando una necesidad significativa de refugios de corto y largo plazo. Mientras que la mayoría de estas necesidades fueron abastecidas por la propia población afectada, un considerable número de personas tuvieron que depender del apoyo de sus gobiernos y de organizaciones externas.
El trabajo de reconstrucción en áreas urbanas de ONU-Habitat
ONU-Habitat es la principal agencia dentro del sistema de las Naciones Unidas para la coordinación de actividades en el ámbito de los asentamientos humanos. La Agenda Hábitat crea el mandato de tomar la iniciativa respecto a la capacidad de gestionar los desastres, las mitigaciones, y la rehabilitación post-crisis en los asentamientos humanos. La responsabilidad de ONU-Habitat durante las emergencias, las respuestas humanitarias y en situaciones posteriores a crisis es de dar el apoyo necesario a gobiernos nacionales, autoridades locales, y sociedad civil con el fin de reforzar sus capacidades en el manejo de los desastres naturales y los provocados por seres humanos, que afectan los asentamientos humanos. La experiencia ha mostrado que el grado de ganancia llega al punto más alto después de una crisis. Esta observación constituye uno de los principios fundamentales de ONU-Habitat en su esfuerzo en desplegar lo antes posible después de un desastre. De este modo, es posible la implementación de los conocimientos de la programación de desarrollo a largo plazo para apoyar las primeras medidas que se toman en la recuperación y reconstrucción, reduciendo el periodo de emergencia requerido.
Prevención, protección y recuperación temprana de los servicios básicos
Un campo de trabajo crucial de la agencia es garantizar la prevención, protección, y rápida recuperación de la provisión de servicios básicos y de infraestructura necesaria para transporte, agua, saneamiento, gestión de residuos, y sistemas de higiene. En esto también se incluye el apoyo inmediato de servicios de salud, de educación, y de sistemas de gobernanza. Para lograr estas medidas, ONU-Habitat practica la filosofía de la reconstrucción sostenible, que ha demostrado ser una de las mejores formas de ayudar a los sobrevivientes a recuperarse e incluirlos en la planificación, gestión, y reconstrucción de sus propias viviendas y vecindades, dentro de un programa de desarrollo a largo plazo. Sin embargo, la rápida restauración de las viviendas y de los medios de subsistencia resulta ser un trabajo más complejo y más difícil de lograr. Desde el principio, este ejercicio requiere la participación de operaciones de socorro humanitario para establecer la iniciativa del desarrollo. El número y la pésima situación de las personas desplazadas internamente y de los refugiados viviendo durante meses, y en ocasiones años, en situaciones de dependencia prolongada respalda la necesidad de más soluciones sostenibles que combinen intervenciones de emergencia de corto plazo con el programa de desarrollo de largo plazo. Durante la reconstrucción tras una catástrofe o conflicto, ONU-Habitat aboga por atención especial al medio ambiente, la seguridad de la tenencia de las mujeres, los derechos del suelo y vivienda adecuada, entre otros asuntos. ONU-Habitat aboga por los sobrevivientes para que sean considerados como colaboradores en la reconstrucción. ONU-Habitat ofrece evaluación, planificación, y apoyo en la supervisión de la reconstrucción de vecindades y asentamientos informales. La mitigación de riesgos frente a catástrofes y la disminución de la vulnerabilidad ante futuras crisis son pilares fundamentales para todas las intervenciones.
Ejemplos de reconstrucción de ONU-Habitat
La experiencia y el conocimiento de ONU-Habitat en el sector vivienda ha sido altamente reconocido no solo a nivel global pero, lo más importante, en el ámbito local en países como Afganistán, Pakistán, Sri Lanka, Haití, Kosovo, Myanmar, Indonesia, Filipinas y muchos más. Aquí puede ver ejemplos recientes de la participación de ONU-Habitat en la intervención humanitaria: La Siria Urbana El conflicto en Siria y la consecuente ayuda humanitaria necesaria para restaurar sus zonas urbanas será la mayor y más difícil intervención, a raíz de un conflicto, de la última década. Incluso, será el desafío urbano más complejo de la historia reciente. El cálculo actual del número de viviendas destruidas o dañadas pasa ampliamente los 250,000. Esta cifra indica que solo en viviendas, más de 7 billones de dólares serán necesarios para la ayuda de las familias durante el proceso de recuperación. Los asesores en emergencia urbana de la ONU-Habitat están en Siria para dar apoyo al Coordinador Humanitario, y expandir la respuesta humanitaria con el fin de garantizar el desarrollo de una estrategia apropiada e iniciar una respuesta urbana integrada. ONU-Habitat tiene una cooperación histórica con el Ministerio de Administración Local y la Comisión de Planificación Regional, y se compromete a explorar una amplia gama de nuevas alianzas. La respuesta al Tifón Haiyan en Filipinas Dos días después del impacto del supertifón Haiyan en Filipinas, ONU-Habitat como parte del sistema ONU y en colaboración con el gobierno nacional y local, envió dos equipos de expertos a las zonas afectadas con el fin de evaluar la magnitud de los daños causados a las viviendas. ONU-Habitat colabora con comunidades afectadas para ofrecer ayuda crucial y experiencia técnica en la reconstrucción de viviendas y asentamientos con mayor seguridad. Construyendo Resiliencia Urbana en Haití Han pasado cinco años desde el trágico 12 de Enero de 2010 cuando Haití fue sacudido por un terremoto que acabó con 220,000 vidas, dejó 300,000 heridos y más de 1 millón de sobrevivientes sin hogar. ONU-Habitat puso en práctica el Sistema de Ayuda Sostenible y Plan de Recuperación, que aboga por soluciones de recuperación con enfoque en el desarrollo desde el principio. La estrategia promovió el retorno a los barrios afectados en condiciones de seguridad en lugar de prolongar la vida en campamentos provisionales. Desde el principio ONU-Habitat asistió al gobierno a establecer una Política de Vivienda y Desarrollo Urbano que servirá de guía al proyecto de reconstrucción.