Lima, Perú. 12/10/2015 – En el diálogo "¿Qué hacer para tener ciudades sostenibles?", actividad paralela de la reunión anual del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, en Lima, Perú, este mes, el Grupo del Banco Mundial y ONU-Habitat reiteraron su compromiso con el desarrollo urbano sostenible y exhortaron a gobiernos nacionales, autoridades locales y partes interesadas a participar en la transición hacia una nueva agenda urbana que busca acabar con la pobreza, compartir prosperidad e impulsar la sostenibilidad ambiental.
La Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible presenta una nueva oportunidad para terminar con la pobreza y garantizar la prosperidad a todos. Crucial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las ciudades son los motores del crecimiento y creación de empleo. La buena urbanización no es un resultado pasivo del crecimiento. Es un motor del crecimiento. Las ciudades son responsables por el 80% del PIB mundial.
Cuando están bien planificadas, gobernadas y financiadas, las ciudades impulsan el crecimiento económico nacional. Sin embargo, no garantizan los beneficios de la urbanización. Sin una legislación adecuada, una buena planificación y ejecución, y financiamiento adecuado, las ciudades pueden fallarle a sus poblaciones. El desafío es que la mayor parte de la nueva urbanización es espontáneo y no planificado. En lugar de resultados positivos, a menudo produce congestión, expansión, segregación y contaminación.
Las ciudades son vulnerables al cambio climático y a los desastres debido a la concentración de activos, personas y ecosistemas frágiles. Muchas de las ciudades más grandes del mundo están en la costa, en un delta o en la orilla del río. Las zonas urbanas están en riesgo de inundaciones por fuertes tormentas y el aumento del nivel del mar. A nivel mundial, el 80% de las ciudades más grandes son vulnerables a sismos severos y el 60% están en riesgo de tsunamis y tempestades.
Las ciudades son responsables por dos tercios del consumo mundial de energía y el 70% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Las ciudades están empezando a tomar medidas, y tienen la oportunidad única de ayudar al mundo a alcanzar el objetivo de 2 grados. Urbanización sostenible, que promueva el diseño compacto y la conectividad, es óptima para la adaptación y mitigación del cambio climático.
"En la preparación del plan de gestión para la COP21, en París, los países en vías de desarrollo experimentan un crecimiento de la población urbana sin precedentes, bajas emisiones de carbono y desarrollo urbano resiliente, que ofrece una oportunidad para la acción ante el cambio climático", enfatizó Ede Ijjasz-Vásquez, Director Senior del Banco Mundial.
Los ODS reconocen el poder de la urbanización para acelerar la prosperidad y el bienestar. Las ciudades tienen un papel claro en esta transformación. "En esta oportunidad, ambas instituciones unirán sus fuerzas para trabajar en pro de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo 11 'hacer ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles'", dijo el Director Ejecutivo de ONU-Hábitat, Dr. Joan Clos.
Clos, que también es Secretario General de Hábitat III, agregó que "la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible – Hábitat III en Quito, Octubre 2016 – será un foro único para pedir a los gobiernos nacionales a comprometerse con las normas y reglamentos que rigen a las personas que viven cerca y comparten servicios comunes; a un mejor diseño y planificación, que optimiza la bien diseñada densidad, conectividad y diversidad; y un plan financiero, que mantiene el funcionamiento de la ciudad y asegura la prosperidad económica."
Rumbo a la COP21, en París, y a Hábitat III, en Quito, es el momento de repensar la urbanización y la promoción de las políticas urbanas nacionales. Alianzas público-privadas eficaces son fundamentales para el papel transformador de la urbanización sostenible. El Grupo del Banco Mundial y ONU-Habitat alientan a los gobiernos nacionales, autoridades locales y partes interesadas para unir fuerzas en el cambio hacia una nueva agenda urbana que se centra en hacer de las ciudades y los asentamientos humanos lugares inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.